Ponga a Dios en primer lugar

Romulo Emiliani
Monseñor
En este Mensaje al Corazón en el día de hoy queremos hablarle del lugar que debe ocupar Dios en nuestras vidas y del respeto que le debemos por ser El la fuente de donde proviene todo. Respetar a Dios implica amarle, honrarle, darle gloria y no permitir que nada ni nadie ocupe su lugar. Y esto es muy importante, porque hay mucha gente que ha puesto en el lugar de Dios sus bienes temporales o algunas personas. Hay gente que idolatra a un ser humano y lo pone en el lugar de Dios, sea el artista de cine, el deportista, el político o el amante. Esto es fatal, porque Dios está en primer lugar y nada ni nadie puede ocupar su lugar. Muchas personas ponen cosas, bienes automóviles, fincas, dinero, en el lugar de Dios. Esto es un tremendo irrespeto a lo sagrado, a lo divino. Sólo hay un Dios y solamente ante Él debemos arrodillarnos. Hay gente que pone precio a su alma y venden su prestigio, su fama, su honradez, su dignidad a cualquier persona. Prefieren vivir inmoralmente, pero con dinero, a vivir moral y dignamente sin dinero, pero teniendo siempre a Dios. Esas personas que renuncian a la presencia de Dios y se fabrican sus ídolos, se convierten en idólatras y están faltando a Dios y jugando con su propia salvación. Respetar a Dios implica verlo en todas partes y sobre todo verlo en el hombre; en toda persona está la presencia de Dios. Todo ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios, y en todos los bautizados está Dios de una manera plena. Somos templo del Espíritu Santo. Aún en los no bautizados hay presencia de Dios y por eso en todo ser humano hay que ver al Señor y cualquier ofensa, cualquier daño que hacemos a otros, se lo hacemos a Dios. En el rico, en el pobre, en cualquier persona, de cualquier raza, está el Señor y todo ser humano merece respeto. Quien no respeta al hombre, no puede respetar a Dios. Poner a Dios en primer lugar significa no confundirlo con instituciones políticas, con tendencias económicas o con clases sociales. En la antigüedad sucedía que el César romano era Emperador y al mismo tiempo era divinidad, y cuando Jesús dijo: Den a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César- estaba separando a la institución política de Dios. Dios está por encima de lo político, de lo económico y de lo social. Ciertamente Dios está presente en la Iglesia y vive en la Iglesia, pero también trasciende la Iglesia; Él está en todas partes, en todo lugar. Está en donde exista un ser humano. Dios supera todo y está por encima de todo y de todos. Lo mismo ocurre con el respeto al progreso humano, ya sea en el campo científico, económico o en los diferentes campos del saber. Todo lo que implique progreso positivo, sano y bueno ha sido querido por Dios y por eso respetar y cuidar lo bueno que el hombre ha hecho es también respetar a Dios. Respetar lo sagrado implica poner siempre a Dios en primer lugar y no permitir que nada ni nadie se ponga en el lugar de Dios. ¿Usted... pone a Dios en primer lugar? O no... ¿Lo ha dejado a un lado por sus dioses baratos y mundanos? ¡Cuidado, con irrespetar lo sagrado! En este Mensaje al Corazón le pedimos que respete lo sagrado, lo divino, porque respetar lo sagrado es poner a Dios en primer lugar; es respetar lo humano y es también respetarse usted mismo. Y recuerde... ¡CON DIOS USTED ES... INVENCIBLE!.
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