REFLEXIONES
"Clonación humana"
Carlos Christian Sánchez
Varias décadas atrás, un grupo de exploradores encontró en la lejana Siberia rusa, restos de un mamut, bien preservados. La carne del paquidermo se mantenía helada, pero su código genético podía ser reconocido para duplicar el ADN (Acido Desiborribonucléico). Se piensa que combinando similitudes naturales en las células de otros elefantes, se puede obtener un mamut vivo. Los científicos están por lograr el milagro de recrear un animal extinto, por medio de la clonación, método que permite hacer copias idénticas de los seres vivientes. De inmediato, recordamos las películas de ciencia ficción, acerca de las maravillas que lograríamos hacer si entendemos los secretos del genoma. Steven Spielberg nos deleitó con el idílico proyecto del "Jurassic Park", en donde los dinosaurios revivían después de 65 millones de años y caminaban en las selvas de Costa Rica. Mientras, más recién, Arnold Schwarseneger nos lleva a otra realidad en el filme "El sexto día": Los peligros de utilizar los genes humanos para clonar personas con malos fines, como la esclavitud, el tráfico de órganos y la dominación social perfecta. Como dicen algunos expertos, el descifrar el mapa genético humano, salen muchas promesas de curas para enfermedades y la solución inmediata de misterios forenses tales como conocer en osamentas la identidad de los desaparecidos en la dictadura militar panameña. Pero hay algo controversial: se violarán las leyes éticas y religiosas. Con la selección de los espermatozoides se puede mejorar las posibilidades de escoger el sexo de los hijos, incluso diseñar el color de la piel, cabellos, ojos, rasgos físicos y personalidad. Claro, también podemos duplicar un ser viviente por medio de otras técnicas, para salvar una especie o mejorarla. Se piensa diseñar seres humanos mutantes para la exploración espacial, capaces de tripular naves de baja gravedad. Hasta se planea la autorregeneración de brazos y piernas perdidas, como lo hacen las salamandras o las lagartijas. El Proyecto del Genoma Humano ha logrado descifrar una cuarta parte de los 30 millones de unidades que forman el espiral del AND. Los investigadores están a tiempo de terminar para el año 2003 y una vez ordenado en serie, será más fácil señalar los genes (en rangos de 80 a 100 mil) que producen las proteínas vitales para el hombre. No cuestionamos, la investigación del mapa genético para salvar a los pandas, a los águilas arpías panameñas o descubrir un modo sano de regenerar los órganos vitales del hombre como el hígado, los riñones y el corazón, pero que dupliquemos a un hombre "in vitro" para ser "sacrificado", que esté no tenga cerebro o razonamiento y no tenga alma propia, la verdad que resulta espantoso y atemorizante.
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