EN GUATEMALA Las causas de la guerra siguen presentes
Centenares de granjeros y opositores exdictador Efrain Rios Montt protestan delante del congreso en la ciudad de Guatemala. En la protesta se quejaban de que el gobierno no ha cumplido sus promesas sobre los acuerdos de paz firmados en 1996.
Guatemala
AFP
A cuatro años de que se silenciaran las armas, Guatemala continúa sufriendo los problemas que originaron una guerra que duró 36 años y que dejó unos 200.000 muertos y desaparecidos, advirtieron organismos civiles. Aunque los Acuerdos de Paz del 29 de diciembre de 1996 incluyen compromisos para erradicar la pobreza, la desigualdad social y la discriminación, su cumplimiento se ha estancado, lo cual ha creado un sentimiento de descontento y frustración en la población guatemalteca. Cuatro años después de la firma de la paz entre el gobierno del entonces presidente Alvaro Arzú (1996-2000) y la guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), son pocos los avances y falta voluntad política para cumplir los compromisos, según organizaciones de la sociedad civil. "A la ausencia de la voluntad política del anterior y del actual gobierno del presidente Alfonso Portillo y su visión cortoplacista, se ha sumado la actitud de los enemigos de la paz, los poderes económicos y políticos de siempre, que han generado una férrea resistencia ya que temen por sus privilegios", afirmó, en un comunicado, la Asamblea de la Sociedad Civil (ASC). Según esa organización, "siguen sin cumplirse los compromisos fundamentales y el estancamiento de los acuerdos es evidente, e incluso en algunos campos se ha dado un retroceso". Por su parte, la Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala sostiene que "lejos de alcanzarse el objetivo primordial de los acuerdos de paz, es decir, resolver la problemática que originó la guerra, las mismas se agudizan día con día, hundiendo a la población en la pobreza, extrema pobreza y la discriminación de género y raza". "Al no encontrar elementos que permitan ser optimistas ante el desarrollo del proceso de paz, denunciamos y condenamos la falta de voluntad para cumplir los acuerdos de paz y recordamos al gobierno y a los sectores económicamente poderosos que la paz no es el silencio de armas, sino mejorar la condiciones de vida de los guatemaltecos", puntualizó el gremio sindical en un comunicado. La misma ex guerrilla, signataria de los acuerdos de paz, se sumó a las críticas debido al "poco avance" en el cumplimiento de los compromisos y criticó severamente la "falta de voluntad" del anterior y actual gobierno, así como los obstáculos interpuestos por el sector económico. Según la URNG, "los poderes tradicionales accionaron para impedir el cumplimiento de los aspectos fundamentales, y las fuerzas democráticas, sociales y populares no estuvieron en capacidad de impulsar acciones políticas y movilizaciones para obligar a cumplir con lo pactado". La mala distribición de la tierra fue una de las grandes causas de la guerra interna, y actualmente continúa siendo uno de los principales problemas que enfrenta el país. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), menos del 1% de los productores concentra casi el 75% de las mejores tierras del país, mientras que el 96% posee únicamente el 20% de las tierras.
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