Como muchos otros jóvenes soldados que están combatiendo en Irak, Michael White tiene mucho que contar. Este panameño es un paramédico militar que está en servicio en la localidad de Ramadi, junto a otros 10 compartriotas.
En una entrevista concedida a Telemetro, White, quien está en Panamá para pasar con sus seres queridos las fiestas de fin de año; contó que algunos de sus compañeros son de Colón, uno es de Chiriquí, otro de Chitré, además de su hermano, todos están en la misma compañía.
El especialista, que debe regresar al frente de batalla una vez culminadas las festividades, señaló que estar allá "ha sido duro. Nunca sabes lo que va a pasar... espero que nunca me pase nada".
Michael reconoció que le da miedo cada vez que sale a patrullar "no sabes si viene una bomba, un disparo o te caerá una granada". Anotó que de esta participación en Irak ha aprendido muchas cosas y que cada vez que está en la patrulla recuerda a su familia y piensa en Dios.
Recordó que en uno de sus patrullajes por poco es víctima de una bomba de mortero. "La bomba cayó en un vehículo que estaba frente a mí".
Referente a la actitud de los locales frente a los soldados, Michael White, dijo que "algunos de ellos nos quieren allí y otros son antiamericanos (...) te gritan, te tiran piedras; pero la mayoría de la gente está contenta con nuestra llegada", como cuando capturaron a Saddam Hussein "la moral subió mucho. "Los iraquíes salían a las calles disparando, tocando pitos, festejando".
Este joven panameño y sus compañeros, al igual que Shoshana Johnson (ya retirada del ejército), representan a nuestro país en la lucha contra el terrorismo, y nos unimos a los rezos de sus familiares, para que regresen a su tierra sanos y salvos. |