TEMAS DE ACTUALIDAD
Gente común y Canal de Panamá

Adán Castillo Galástica
Consultor-Promotor agroambiental
Insiste mi viejo amigo Polan Lacky -antigua golondrina hemisférica- al referirse a los flacos resultados de la lucha contra la pobreza y la marginalidad rural en América Latina, que "los gobiernos quieren, pero sencillamente no pueden resolver el problema". Así, tras invertir más de 75.000 millones de dólares en la post guerra, y perdido una (tal vez dos) décadas, existen pocos indicativos alentadores que la situación no ya de pobreza, sino de indigencia, pueda mejorar. El neoliberalismo ha venido a exacerbar aquella percepción de Lacky. Los gobiernos tendrán que apelar a nuevos mecanismos para enfrentar el crecimiento de la pobreza rural y su impacto migratorio en las ciudades. Nada mejor entonces que incorporar en forma creativa y urgente dos factores esenciales de nuestro tiempo: Los medios de comunicación social y la sociedad civil. No obstante, esto no se producirá por generación espontánea. El Estado democrático tiene que garantizar y promover este involucramiento, trasladando porciones de la ejecución social, a la iniciativa ciudadana. Pero esto no podrá alcanzar el impacto y eficacia deseadas de no hacerse de una manera amplia y sincera, no discriminatoria, como lo señala la I Conferencia Mundial sobre la Sociedad Civil en el Siglo XXI (Madrid, 2000). Recientemente se ha constituido la Federación para el Desarrollo Integral Sostenible de los Planes Ambientales Municipales (FEDESPAM). Se trata de una Alianza Estratégica de 22 Organizaciones No gubernamentales -ONG's- ambientalistas conformadas en Red, para apoyar a tres municipios que tiene injerencia sobre la cuenca del Canal de Panamá: Arraiján, La Chorrera y Capira. Con el soporte técnico de ANAM, MIDA y otras entidades públicas; los auspicios de AID y las acciones facilitadoras de GreenCom. estos Municipios lograron establecer Planes, propuestas y recomendaciones a problemas y situaciones que en general les son comunes: Deterioro ambiental; contaminación, desechos sólidos (basura) y de aguas negras; deforestación, desnutrición y pobreza extrema en las sub cuencas hidrográficas del Canal, o sea en sus partes altas. Las organizaciones que apuntamos y que no son las únicas, pueden convertirse en un sólido punto de apoyo gracias a su experiencia y vocación, no sólo para los municipios mencionados, sino para la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y la ARI, así como de las asociaciones de productores y campesinos de una extensa región marginal que se extiende desde las riberas del Lago Gatún, hasta las Bocas de Uracillo, en la frontera Coclé-Colón. Con este instrumental en mano, debemos pensar que los Municipios y otras entidades públicas (Programas del MIDA: Triple C; Salud Rural; Educación Comunitaria, etc.), y particulares (porcinocultores; avícolas, reforestadores; reconversión ganadera), no desaprovecharán este recurso humano y tecnológico con alta calificación y experiencia en campo. Y lo que es más importante, ya integrado en cuerpo orgánico como lo es FEDISPAM. Por lo demás, y como lo señala Lacky, el Estado por sí solo, o con pedazos aislados de la sociedad civil, exclusivos y excluyentes, no podrá enfrentar con eficacia los retos de los nuevos paradigmas globales, como el de la sostenibilidad no sólo de la cuenca del Canal de Panamá, sino de todo el país. Y téngase en cuenta, el mañana ya está tarde.
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