CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no digo la verdad
Mentir es muy fácil. Mentimos todos los días, y casi a todo momentos. Pocas personas tienen como norma de conducta la verdad permanente en sus vidas. Pero hay momentos en la vida de cada cual cuando la verdad se impone como un factor obligante, sin el cual la existencia carecería de sentido y color. Decir la verdad, a veces, resulta necesario para que toda la vida individual se restablezca, se corrijan los errores del pasado, y los hijos se enrrumben por el buen sendero. Y para los pueblos, la verdad puede cerrar heridas que, si no es así, permanecerán abiertas por siempre, haciendo daño a unos y a otros. Panamá debe buscar la verdad, y sacar del camino a todos aquellos que se le opongan.
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