logo critica

seccionesEl Panama Americaotras publicacionesprimera planaportadanacionalesopinionprovinciasdeporteslatinoamericacomunidadrelatosreportajescronica rojasocialesespacioediciones anterioresbuscador de noticias

 

home

variedades

Jueves 28 de diciembre de 2000



A la caza del mendigo

linea
Hermano Pablo
California

Ana María abrió los ojos, sobresaltada. Extendió una mano, y tocó a su marido. Extendió la otra, y tocó a su pequeño hijo. Estaban los tres durmiendo lo mejor que podían, pues estaban debajo de un árbol, en un suburbio de Río de Janeiro.

Ana María no se había engañado. Varios hombres blandiendo antorchas se acercaban. Eran guardias policiales. Cuando llegaron adonde estaban ellos, los hicieron levantar sin miramientos. Los arrestaron por vagancia, y los metieron en el camión celular.

Esa misma noche arrestaron a más de 600 mendigos en la misma forma. «A la caza del mendigo», anunciaban los titulares de los diarios al día siguiente.

Brasil fue hace algunos años el país del milagro económico. Parecía que el gigante de 125 millones de habitantes pasaría a ser el primer país del mundo occidental. Pero la situación económica dio un vuelco. De la prosperidad pasó a la recesión, y de la recesión al desempleo masivo, y del desempleo masivo a la mendicidad forzosa.

Ana María Ovares, su esposo Reinaldo y su pequeño hijo de tres años disfrutaban antes de una buena posición económica. Pero Reinaldo perdió el empleo; los ahorros se acabaron, la ayuda social falló y, después de dar varios tumbos, la familia cayó donde los encontró la policía: mendigando por las calles de día, y durmiendo bajo los árboles de noche.

No hay nada más triste para una familia joven que cuando pierden el nido que los cobija. Porque una familia ideal se forma del padre, la madre, el hijo o los hijos, y la casa en que viven.

Sin casa no hay vida digna. Sin casa no hay intimidad afectuosa. Sin casa no hay dulces momentos familiares. Sin casa no hay dignidad humana sino sólo condición de bestia del campo o fiera de la selva.

Nunca habrá paz verdadera en el mundo, ni justicia social completa, ni esperanzas de un mundo mejor ni sueños de una sociedad sin violencia mientras haya hombres sin salario, madres sin leche en los pechos, niños sin juguetes, jóvenes sin escuela y familias sin techo.

Dios no hizo la pobreza ni hizo a nadie pobre. Dios hizo la abundancia material para todos. En el espíritu de Cristo, y bajo sus enseñanzas, debemos reaccionar y poner de nuestra parte para aliviar los males de este mundo.

 

 

 

linea

volver arriba


CIENCIA

Sexo fuerte más vulnerable

SOCIEDAD

Denuncian difusión de juegos de video que fomentan tortura

CINE Y TV

Jodie Foster retira filme de Festival Sundance

 

 


 


linea

 NUESTROS ANUNCIANTES

Infopanama

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | RELATOS | CRONICA ROJA | SOCIALES | EDICIONES ANTERIORES | BUSCADOR DE NOTICIAS | OTRAS SECCIONES

linea
linea gris

bandera de Panama 

 

Copyright 1995-2000, Derechos Reservados, Editora Panamá América, S.A., EPASA