En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net:
«Cuando tenía siete años, un hombre malvado me ofreció dinero para que yo tuviera relaciones con él... Pasó varias veces hasta que un día mi padre se dio cuenta y trató de matar a esa persona, y no volví jamás a tener esta práctica con nadie.
»Hoy en día soy ya un hombre de 33 años, casado, con dos hermosos hijos; pero todavía no he podido hablar con nadie de esta situación. Quisiera hacer retroceder el tiempo; y quisiera que esto nunca hubiera pasado. Mi mayor miedo es que algún día mis hijos y mi esposa lleguen a enterarse de esto que pasó conmigo, y tengo un cuidado extremo para que esto nunca pase con ellos.»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimado amigo:
»Al igual que usted, muchos han guardado ese secreto durante muchos años, pues la vergüenza que sienten les ha impedido contárselo a alguien....
»A veces nos sentimos culpables debido a información errónea o a pensamientos irracionales... Si un adulto le dice a un niño de tres años que recoja un florero de cristal muy pesado y que lo lleve al otro extremo de la habitación, ¿de quién será la culpa cuando el florero se le caiga al niño y se rompa? El plan de Dios es que los niños nazcan y se desarrollen en un ambiente de familia porque necesitan tiempo para crecer y desarrollarse física y mentalmente, antes que puedan ser responsables de sus hechos. A todo adulto le corresponde proteger de actividades peligrosas a los niños hasta que tengan la madurez para protegerse por sí solos....
»Ya es hora de que también deje atrás esos absurdos sentimientos de culpabilidad que lo han atormentado durante tanto tiempo.
»Lo que usted más teme es que alguien llegue a descubrir su secreto. Sin embargo, nosotros estamos convencidos de que ese secreto lo está dominando precisamente porque usted lo está guardando con tanta tenacidad. Una vez que usted reconozca que no tuvo la culpa de lo que ocurrió, le recomendamos que le revele el secreto a su esposa. Y una vez que usted le haya contado el secreto, ese secreto no volverá a dominarlo.
»Con afecto fraternal,
»Linda y Carlos Rey.»
El resto de nuestro consejo, puede leerse con pulsar el enlace en www.conciencia.net que dice: «Caso de la semana», Caso 11.