Para los panameños que no conocen el ínterin de las discusiones por la decisión presidencial de comprar una edificación para el Palacio Municipal de Chitré, me tomaré la libertad de hacerles un compendio.
Durante el período presidencial de Mireya Moscoso, siendo Alcalde de Chitré Abraham Sánchez Agriel, considerándose que el edificio actual estaba apunto de colapsar, se adjudicó el terreno de estacionamiento a las oficinas del Tránsito, al lado de la Policía de Chitré, para que se construyera el Palacio Municipal en cinco años. Se adjudicaba el terreno pero no así los fondos para la obra.
Antes del vencimiento de la fecha, un grupo de chitreanos liderizado por Cuchín García y el Prof. Rogelio Herrera, junto a otros ilustres del patio, hicieron lo posible para que no se perdiera la oportunidad y lograr fondos suficientes para tal obra. Hace un par de años se venció el plazo. Algunos, aquel momento, pensaron que cerca del tanque del acueducto era el sitio ideal.
¿Por qué construir un edificio en otro terreno si ya el Municipio cuenta con uno? ¿Quién es el dueño de ese terreno?
Finalmente, por iniciativa del ejecutivo, se hace la compra de una edificación en la Plaza Doña Sara para que albergue las oficinas municipales. Esta decisión ha traído división entre destacados líderes chitreanos.
Así como eran líderes buenos, apasionados por sus congéneres San Pablo, San Marcos (el del Evangelio) y los Apóstoles, así son líderes buenos los chitreanos que se han dividido en este tema. Porque, ¿a quién descalificaremos de los protagonistas del debate?: a Estela de Spadafora, a Pedro Solís Villalaz, a Álvaro Alvarado, a Alberto Arjona, a Guillermo Roca Rivas, a Rogelio Herrera, a Ernesto "Chuchín" García, y la lista sería excesiva.
Pedimos, que nos regale Dios para Navidad, que así como nuestros próceres religiosos encontraran arreglo y posteriormente Pablo le pide a Timoteo le envíe a Marcos para continuar el trabajo, así todos estos magníficos chitreanos sigan juntos adelante por un mejor Panamá. [email protected]