Manifestantes y policía chocan frente a principal hospital de Bogotá

Agencias
Internacionales
Grupos de manifestantes y policías chocaron este viernes frente al principal hospital de la capital colombiana, en la continuación de una protesta iniciada el jueves por los sindicatos de la salud, que exigen al Gobierno desembolsar los recursos para evitar el cierre de la institución, comprobaron periodistas de la AFP. Los manifestantes se enfrentaron con piedras y explosivos caseros a una unidad antimotines de la policía, que lanzó gases lacrimógenos y chorros de agua para disolver el bloqueo sobre la carrera décima, una de las principales avenidas capitalinas. En la madrugada, la policía había desalojado a la fuerza a un grupo similar de trabajadores de la salud, que se mantenía en el interior del ministerio de Salud. Los trabajadores reclaman que el Gobierno entregue los 12,6 millones de dólares que prometió meses atrás para superar la crisis del hospital San Juan de Dios, el más importante del centro del país y que se encuentra a punto del cierre debido a una crisis financiera y malos manejos. El defensor del pueblo, José Fernando Castro, pidió a la fuerza pública suspender los operativos debido a la ubicación en las inmediaciones del hospital Materno-Infantil, en donde algunas salas fueron invadidas por los gases antidisturbios. "Estamos haciendo un llamado, tanto a la policía como a los trabajadores, para que eviten las medidas de hecho", declaró Castro. A las protestas en el hospital se le suma la toma, por parte de desplazados, de las instalaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja en el norte de la capital y la de las instalaciones de la Universidad del Valle, en la ciudad de Cali (suroeste), realizada por un grupo de estudiantes y sindicalistas. Unos 60 campesinos desplazados por la violencia mantenían por tercer día la toma de las oficinas del CICR, reclamando oportunidades de trabajo, albergue y alimentación. En la última década, 1,5 millones de campesinos colombianos se han visto obligados a abandonar sus tierras debido al conflicto armado interno. En Cali, las actividades académicas de la Universidad del Valle, la tercera universidad pública más importante del país, se mantenían paralizadas después que un grupo de estudiantes y sindicalistas retuvo en sus instalaciones a una veintena de directivos y profesores, para presionar al Gobierno a solucionar los problemas económicos del claustro.
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