Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la región española de Valencia ha descubierto dos proteínas, obtustatina y jerdostatina, procedentes del veneno de serpientes que son eficaces contra el crecimiento de células cancerígenas.
Este descubrimiento, cuya eficacia ha sido probada en ratones, abre, según sus autores, "un abanico de posibilidades para la producción de fármacos de mayor potencial, a partir de moléculas químicas sintetizadas en el laboratorio que reproduzcan los mecanismos de acción de las proteínas halladas".
Las conclusiones del trabajo aparecen en la última edición de "The Journal of Biological Chemistry", según informaron fuentes del CSIC, organismo vinculado al gobierno regional de Valencia.