Dos pistoleros fueron condenados por asesinar a una monja estadounidense en la Amazonía, lo que interrumpe la impunidad que caracteriza la violencia generada por la lucha por la tierra en esa inmensa región brasileña.
Los dos autores materiales del asesinato de la misionera Dorothy Stang, quien durante lustros defendió a los campesinos sin tierra y la preservación de la selva en la Amazonía, fueron sentenciados por un tribunal en el estado de Pará.
Rayfran das Neves Sales, quien confesó el crimen, fue condenado a 27 años de prisión, y su cómplice, Clodoaldo Carlos Batista, quien lo acompañó, a 17 años de cárcel.
Sin embargo, los tres hacendados acusados de ordenar y financiar la muerte de la religiosa el 12 de febrero pasado aún no han sido juzgados y la justicia tampoco ha fijado una fecha para ello.
De acuerdo con el estudio de un organismo civil vinculado al episcopado brasileño, entre 1971 y 2004 fueron asesinadas 772 personas en conflictos por la tierra en ese estado amazónico y la gran mayoría de esos crímenes está impune.