No hay nada más placentero que tener relaciones con la persona que amas, y disfrutar de cada minuto que pasas a su lado. Pero muchas veces caemos en la rutina de tener sexo por simple compromiso y no por el placer que ello representa.
Lo más común es tener sexo en la cama, pero hay otras opciones para disfrutar con tu pareja y dejar de lado la rutina. La mayoría consideramos la ducha como un acto rutinario, sin embargo este puede pasar de algo simple al mejor momento del día.
Al intentar que cada mañana sea distinta, trata de practicar sexo en la ducha o en una tina de baño con esa persona especial. Si te concentras en las sensaciones que experimentas, te darás cuenta de que la ducha no sólo te relaja de las tensiones, sino que también provoca un aumento de la circulación sanguínea, haciéndote más receptiva a los estímulos táctiles.
Y es que el simple roce de los cuerpos mojados, las caricias, y el agua cayendo sobre ambos mientras se besan, son definitivamente experiencias que disfrutarás al máximo.
Quizás la penetración en si es algo complicado, pero no imposible, solo hace falta algo de imaginación, y cuidado de no resbalarse.
¿Y LAS POSICIONES?
Una de las posiciones más sexy consiste en ponerte de espaldas a él, sosteniendo tu cuerpo con los brazos extendidos contra la pared, echando levemente los glúteos hacia atrás. De manera que el agua recorra sus cuerpos al mismo tiempo que combinas estos elementos con ritmo de la penetración.
Aunque el sexo no es solo penetración, también puedes darle paso al sexo oral, ya que además de ser muy higiénico es algo que gozarás, no solo por el acto en si, sino por todos los elementos que rodean este momento.
Lo mejor es que, cuando todo termina, el agua limpia y renueva inmediatamente los cuerpos sudorosos.
Finalmente, lo creas o no, el practicarlo como lo hemos descrito te ayudará a andar con entusiasmo.