El Barça cumplió ayer con el objetivo de alcanzar los octavos de final de la Liga de Campeones, y lo hizo al ganar al Dinamo de Kiev (1-2) gracias a un gran gol de Messi, de falta directa, y otro de Xavi, en los últimos minutos del choque, aunque el argentino debió abandonar después el campo cojeando tras una entrada.
De transitar peligrosamente en la jornada anterior, ya que el Barcelona podría haber quedado eliminado con una sucesión de resultados, finalmente el equipo catalán dio dos golpes de autoridad, primero contra el Inter (2-0) y posteriormente en el campo del Dinamo de Kiev, que le han permitido concluir la fase de grupos en la primera posición.
El partido empezó de la peor manera para el Barcelona, ya que en la primera aproximación del Dinamo un lanzamiento durísimo lo desvió ligeramente Milevskiy y sorprendentemente Valdés, que detuvo la pelota en el suelo, la introdujo después en la portería. Un total error del portero español.