EDITORIAL
Aniversario de Crítica
La irrupción de Crítica en el devenir nacional hace 43 años no fue un accidente. Ocurrió porque tenía que pasar, teniendo en escena los ingredientes necesarios: primero, un genio creador como lo fue Gilberto Arias, político, abogado, economista y periodista de primera línea; y, segundo, el vacío que venía dejando la prensa nacional en las capas populares. Eran años difíciles, después del trauma que provocó el asesinato del presidente Remón Cantera, y con un marco de inconformidad ciudadana que mantenía al país en vilo. En el engranaje de entonces hacía falta una pieza, y Gilberto Arias Guardia la puso.
Integrante de una familia que le dio dos presidentes a la república, Harmodio y Arnulfo Arias Madrid, Gilberto heredó la agudeza de uno y otro, así como una capacidad sin igual para saber cuándo actuar y qué hacer. Fue un hombre que pudo elevarse como el águila, lo que le permitía tener una visión de conjunto, sin perder el talento del felino en los enlaces con el día a día de la base de la pirámide social.
Su formación política, cuajada en la mejor escuela que puede tener un militante, el ejemplo sin fisuras de su padre Harmodio, así como lo que aprendió en su larga carrera de abogado y economista, le dieron las herramientas valiosas que necesitaba tanto para ejercer su papel de funcionario público, como para diseñar y poner en circulación un fenómeno periodístico que 43 años después sigue siendo un acontecimiento nacional: el diario Crítica.
Desde sus inicios el periódico se identificó con las clases populares, y empezó a brindar un servicio de educación, entretenimiento e información valiosísimo. El propio Gilberto Arias aparecía en ocasiones por la sala de redacción para ponerle a las notas principales el toque magistral que convirtió a Crítica en objeto de consumo masivo en pocos meses, a partir de su primera aparición, el 10 de diciembre de 1958.
Cuarenta y tres años hace que se dio el primer paso. Hoy, el diario sigue siendo parte de la familia panameña y se mantiene en el primer lugar de circulación y aceptación nacional. Es un producto que en apariencia dista mucho de parecerse al inicial, pues cuenta hoy con un soporte tecnológico muy diferente al de los años cincuenta. Sin embargo, mantiene intacta su semilla. Son los mismos principios rectores los que hoy inspiran y orientan al personal y a la familia Arias, bajo la tutela principal de doña Rosario Arias de Galindo. Por eso Crítica se mantiene donde está, y así seguirá -Dios y la patria primero- por muchos años más.
PUNTO CRITICO |
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