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Las autoridades de Ohio cerraron durante dos horas el área sur de la autopista interestatal I-270, cerca de la ciudad de Columbus, para realizar mediciones balísticas en esa carretera donde se han registrado 14 tiroteos.
El subjefe de la policía del condado de Franklin, Steve Martin, informó de que las mediciones se centraron en cerca de seis kilómetros y medio de extensión.
Por otro lado, Michelle May, del Departamento de Transporte del Estado de Ohio, dijo que esa agencia también cerró un tramo de casi 37 kilómetros entre los lugares de la autopista interestatal 70 con la I-270.
Las autoridades policiales han vinculado otros dos tiroteos, hasta un total de 14, con el caso del francotirador en una autopista de la ciudad de Columbus.
Uno de los tiroteos se registró el pasado domingo y tuvo como objetivo un automóvil, mientras que el otro fue dirigido contra una casa, informó Martin.
Los ataques, que han ocurrido en un tramo de unos ocho kilómetros de la autopista interestatal I-270, que circunvala la ciudad de Columbus, han causado la muerte de Gail Knisley, cuando viajaba en su automóvil el pasado 25 de noviembre.
Las autoridades creen que esos dos incidentes son los últimos desde el ataque mortal y que el autor o autores han decidido seguir con esa actividad tras la muerte de Knisley, indicó Martin.
La policía ha establecido un sistema especial de vigilancia en la zona, mientras que muchos residentes del área manifiestan sus reticencias a transitar por allí.
Los ataques ocurrieron en un trecho de autopista que rodea a la capital del Estado, Columbus, donde Gail Knisley, de 62 años, murió el pasado 23 de noviembre por una bala que penetró la puerta del auto en el que viajaba.
Los análisis balísticos indican que otra bala disparada contra una residencia en un suburbio de Columbus, Obetz, cerca de la carretera, fue disparada con la misma arma que mató a Knisley. |
