Largas horas llevaba Sherman Moon, canadiense de sesenta y nueve años, esperando en su silla de ruedas. No tenía piernas. Se las amputaron debido a un accidente. Sus hijas Estefanía, de veintiocho años, y Shermagne, de veintiséis, cuidaban amorosamente de él.
Por fin llegaron las hijas. Ambas se dispusieron a darle de comer a su padre. Ambas discutieron agriamente en la cocina. Ambas se enredaron en una pelea. Y Sherman, impotente en su silla, oyó dos tiros. Estefanía había herido a su hermana en el estómago y había salido huyendo. Ambas hermanas amaban mucho a su padre, pero no se amaban entre sí.
Este es un caso de amor en una sola dirección. Nadie puede negar que tanto Estefanía como Shermagne amaban a su padre. Siempre lo habían amado, y desde que un accidente automovilístico lo había dejado sin piernas, ambas se habían desvivido por atenderlo. Pero por ese mismo deseo de atender al padre, había nacido un agrio resentimiento entre ellas. Su amor, si bien era fuerte y sincero, era amor en una sola dirección.
Jesucristo dijo algo muy extraño que en muchos casos es una palabra condenatoria. La citó el apóstol Juan: "De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros" (Juan 13:35). A la inversa diría así: "De este modo todos sabrán que no son mis discípulos, si se odian los unos a los otros." Todos amamos a ciertas personas. No hay quien no ame a su querida madre. Siempre habrá alguien a quien amamos y muchas veces usamos eso para comprobar nuestro cristianismo, pero el amor del verdadero cristiano no es en una sola dirección. Es un amor para todos.
Pidámosle al Señor perdón por el odio y los resentimientos que hemos sentido. Supliquémosle que entre en nuestro corazón y luego, con humildad, arreglemos cuentas con la persona con quien no nos hemos llevado bien. Todo el mundo desea la paz mundial, pero no tendremos esa paz hasta que haya paz entre las personas. Nadie tiene que odiar a nadie. Aun el que ha recibido un mal debe perdonar. No nos sometamos a la esclavitud de un corazón rencoroso. |