Para muchos panameños es un mes de alegría. Para otros de gastos, recuerdos dolorosos, decepciones. Diciembre llega luego del trajín de las fiestas patrias. Algunos exclaman ¡"tan rápido llegamos al último mes del año"!Este ha sido un año de mucho movimiento político y social. Panamá ha mostrado dos caras, que algunas veces no hemos sabido apreciar.
Por un lado, el crecimiento económico es evidente en los sectores de mayores ingresos. Aunque hayan estadísticas que digan lo contrario, la riqueza no llega a los niveles más bajos de nuestra sociedad.
Eso lo vemos en la cantidad de jóvenes que están en semáforos vendiendo lo que sea, no importa que a veces tengan ilegalidades...
Los politiqueros como siempre, haciendo de las suyas para unos seguir en el poder. Otros, para llegar a él y dizque mejorar las cosas.
Triste panorama político tenemos. En el oficialismo una candidata que en lo personal puede ser muy buena... Pero tiene unos "compañeros" de campaña con olor a izquierdismo, chavismo y comunismo.
En la oposición hemos visto peleas innecesarias. Se han sacado "las tripas" con campañas sucias los que se suponen sean amigos.
Pero el pueblo panameño "poco-me-importa" se prepara para la danza de millones que traerá la política.
Ya olvidaron las promesas que hizo el PRD para llegar al poder y que luego en su mayoría, no cumplió.
Una muestra la tenemos en los viajes del mandatario. Tanto que criticó a doña Mireya y ¡él ha viajado el doble!
Hemos visto en estos meses la mascarada de la eficiencia de los militares en ciertos puestos de mando.
Fue un espectáculo lamentable lo sucedido con el ex ministro de Gobierno. La comunidad se enteró (quienes no lo recordaban), cómo actuaban los militares dictatoriales.
Pareciera que la muerte de personas humildes no importaba, si ella comprometía al uniformado y lo afectaba en su vida pública.
No nos cansamos de gritar en contra de los esfuerzos del PRD por volver a darle vida a militarotes dictatoriales del pasado.
Como si fuera poco, sigue rondando el espíritu malsano del último dictador Noriega.
Algunos consideran que su presencia en Panamá enterrará las ambiciones del PRD de seguir en el poder. Recuerdan que doña Balbina fue una de sus amigas. En su casa se escondió el MAN cuando comenzó la invasión (en lugar de pelear contra los gringos, como sugería).
Sin lugar a dudas, la presencia de Noriega alteraría de alguna manera el panorama político.
¡Llegó diciembre al fin! Exclamarán panameños cansados de este año lleno de tensiones y decepciones.