A algunos panameños parece no importarle con su propia vida cuando están al frente de un volante. A otros no los importa beber o ingerir medicamentos peligrosos que causan sueño. No creen en eso del conductor designado. Consideran que un auto es como la esposa. No se presta.
Lo cierto es que dentro de las causas de los accidentes de tránsito existen tres factores: el medio, el vehículo y el factor humano.
Una manera de evitar accidentes es no haber bebido alcohol en las 36 horas anteriores y no estar medicado con sustancias que interfieran en la habilidad para realizar tareas que requieran una atención marcada.
Otro de los elementos importantes es tener en óptimo estado todos los sentidos es fundamental para manejar. Con la visión, el conductor recibe la mayor parte de información sobre lo que hay en el entorno. Por eso los defectos de visión deben ser tratados con cirugía, gafas o lentes de contacto.
El oído también es de vital importancia, porque permite distinguir los sonidos. De hecho, no se recomienda manejar con las ventanas del auto cerradas y escuchando música a altos volúmenes ya que se corre el riesgo de no oír el llamado de atención de los demás conductores frente a un descuido o a una infracción involuntaria.
Conducir es una actividad que requiere de mucha responsabilidad, por eso las condiciones físicas de nosotros como conductores son vitales.
Además del buen estado de los órganos de los sentidos, hay otras cosas que deben ser tenidas en cuenta como es el estado de ánimo.
La calle es el espacio donde las personas transmiten sus emociones, por eso es tiempo de evitar que éstas nos dominen cuando salgamos a la calle. Seamos mejores ciudadano y mejores conductores.