Al Villarreal le bastaron algunas pinceladas de calidad en la primera parte para deshacerse con facilidad por 2-0 del Nástic de Tarragona y amargar el debut de Paco Flores en el banquillo del colista, que no dio síntomas de mejora.
Nada más que unos minutos necesitó el reaparecido Román Riquelme, ausente en los dos últimos partidos, para demostrar que es indispensable en el Villarreal. Lanzamiento de Riquelme y cabezazo de Fuentes entrando desde atrás. Guille Franco se reencontró con el gol e hizo el 2-0.