La mayoría de las personas al pensar en abundancia apuntan a tener cubiertas todas sus necesidades, de pronto algunos lujos, holguras, comodidades y diversiones. Sin embargo, deseando la abundancia la repelen porque enfocan su actitud y su mente en sus incomodidades, fastidios, aburrimientos, tristezas, carencias, deudas, privaciones e insuficiencia económica.
Lo grave es que a nadie le agrada aceptar que su actitud se ha vuelto mediocre, y su comportamiento ante la vida es insignificante, ruin y hasta mezquino.
Para crear cambios auténticos en nuestra vida, es importante crear el recipiente donde vamos a contenerlos, y este recipiente es nuestra Actitud de Abundancia, que garantiza nuestro derecho a vivir el bienestar que no sólo es dinero, sino también salud, paz, buenas relaciones, diálogos constructivos y muchas cosas más.
Comencemos por observar la creación, ella es abundante ¿Acaso podemos contar la arena de la playa, las estrellas del cielo o las gotas de agua en el océano? o algo más simple… ¿Acaso podemos contar las neuronas de tu cerebro o los átomos de tu dedo meñique?
Toda la creación esta diseñada desde un mismo origen, compuesta de la misma energía, desde nosotros, los otros, un dólar hasta una galaxia están conformados por protones, quarks, electrones y bosones (partículas subatómicas cuya única diferencia está en que contienen diferentes impulsos o información).
Lo que toda esta gente piensa, es fuerza atómica y sólo tú la has generado, y sólo tú la puedes modificar. Lo más importante, es que tú tienes la fuerza y el poder para vivir en abundancia total.
Lógralo como elijas hacerlo. No se trata de quién tenga la razón, sino de desarrollar la madurez para comprender que existen muchos puntos de vista. El perdón nos libera de estar mal asociados energéticamente y nos permite ser Imanes de Abundancia.