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El ingeniero Ricardo Gutiérrez remitió a la Dirección de "Crítica" una réplica en torno a una información publicada en este diario. El contenido de la nota es el siguiente:
"El día 2 de diciembre al comprar vuestro diario, cuál no sería mi asombro al leer en la sección "Sucesos" un pequeño artículo que aunque no señala nombres, alude a mi hija mayor.
Veremos ahora si con el mismo brío que esa redacción publicó tantas mentiras sin siquiera verificar, como correspondería a un diario serio, veremos ahora, repito, si tienen el valor y la hombría de bien, de publicar mis comentarios al respecto, en cualquier sección sin poner títulos atractivos como hicieron en este caso.
En el artículo se hace referencia a la celebración de un juicio contra mi hija para los días 15 y 16 de enero próximo y se tiene muy en cuenta resaltar, en más de una ocasión su condición de extranjera, con el claro propósito (en mi opinión) de exacerbar las bajas pasiones xenófobas y humillantes de alguna gente. El único valor literario encomiable que tiene el artículo, es el haber dicho prácticamente más mentiras que palabras.
Estoy casi convencido de quién o quiénes fueron los autores de ese bagazo, lleno de impotencia, resentimiento y odio, pero a ellos no los culpo, porque lo que ellos merecen es compasión, lástima y ayuda psicológica. Pero a ustedes si los hago responsables, porque ustedes si piensan y su función principal es informar y orientar, no prestarse a divulgar mentiras perfectamente comprobables. Pero...si de extranjeros se trata, hablemos de extranjeros.
La parte querellante, es decir, los administradores del almacén Vía Vai, también son extranjeros, y han hecho renunciar y lanzado a la calle sin amparo a 4 empleadas panameñas por negarse a aceptar soborno y/o declarar falsedades en contra de mi hija.
Por otra parte, los extranjeros querellantes y la fiscalía han sido los responsables en tres ocasiones de que el juicio se suspenda pues sospecho saben la infamia que están cometiendo, y temen lógicamente el resultado final y justo del juicio.
Además, mi hija nunca, ha sido empresaria, como afirma el artículo, tampoco es la propietaria del almacén indicado, como también asegura el artículo. La propietaria es precisamente panameña. Además todo el inventario físico ocupado ilegalmente, le ha sido devuelto a la acusada por la Fiscalía por comprobar que no pertenece a Vía Vai, y los códigos de barra se ha demostrado hasta la saciedad que cualquiera puede disponer de los mismos pues no son exclusivos de ese barato almacén extranjero.
Para finalizar, le sugiero que no pierdan de vista el papel que la prensa juega en la formación de la idiosincrasia de los pueblos, y obrar con más responsabilidad aunque sea solamente por eso y recuerden que la palabra no es para encubrir la verdad sino para decirla". |
