EDITORIAL
Sin vías alternas
El deslizamiento de tierra registrado anteayer en la carretera
Panamá-Arraiján pone de manifiesto la necesidad de que el país cuente con vías alternas frente a cualquier eventualidad. De hecho, la capital y el interior quedaron incomunicadas por y miles de personas se vieron obligadas a esperar horas para poder llegar a sus hogares.
Situación similar se ha visto con la línea que surten de agua potable a gran parte del área metropolitana. Ante un desperfecto, el mayor núcleo de población de la nación, queda desprovisto del vital líquido.
Se hace necesario adoptar medidas alternas para mitigar los efectos que puedan generar en la población hechos fortuitos que afecten la red vial o la estructura de los principales servicios públicos.
A cien años de República, resulta increíble que Panamá no tenga una carretera alterna, en caso de darse un deslizamiento mayor en la vía Interamericana.
No hay que olvidar que los principales graneros del país se ubican en el interior y las vías de comunicación son elementos claves para que los productos lleguen a los hogares de los panameños.
Por fortuna, lo sucedido el martes a la altura de Loma Cová pudo superarse rápidamente y las molestias ocasionadas a los automovilistas y a los pasajeros que se trasladaban a través del servicio de transporte público, fueron mínimas.
Sin embargo, hay que mirar hacia el futuro. ¿Qué haría éste o cualquier gobierno de turno ante un daño mayor en una carretera vital para la economía como lo es la Interamericana?. En estos tiempos cuando la fuerza de la naturaleza y los fenómenos atmosférico hacen estragos hay que estar preparados ante cualquier desastre.
PUNTO CRITICO |
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