El Papa Juan Pablo II tuvo de nuevo un aspecto cansado durante la audiencia general de los miércoles, en la que dijo que Cristo con su redención salva al hombre de la esclavitud y que sólo el puede aplacar la sed de la humanidad, mientras ésta avanza en el desierto de la historia.
Al contrario que los pasados días, en que tenía buen aspecto, dentro de sus limitaciones, se le vio más cansado y con una voz débil, que no le impidió leer parte de la catequesis de la audiencia y saludar en diferentes idiomas, entre ellos en español, a los más de nueve mil fieles presentes en el Aula Pablo VI del Vaticano para la tradicional audiencia pública.
La catequesis de la audiencia la dedicó al Salmo 113 A "Maravillas del Exodo de Egipto", en el que se evoca el éxodo de Israel de la opresión de los egipcios. |