Hablando de clásicos de los panameños. Uno muy comentado es el que practican algunas personas en esta época del año, donde casi todo el mundo hace su fiesta de Navidad. Se dice que, al finalizar la reunión laboral, siempre sale uno recogiendo lo que sobró, pero como la vaina le da pena porque muchos se le quedan mirando dice: "Esto es pa’ mi perro papá". ¡Clásica!, dicen que es para estos animales cuando en realidad es para darle duro en casa.
Hermano, todos sabemos que la vaina está dura. Deje de andar con el cuento dizque llevando arroz y pollo del buffette, cuando todos sabemos que es para calentarlo y comérselo.
¿Cuál es la pena? Lo mejor es preguntar al organizador si se puede llevar comida de la que sobró. Hay que evitar que la comida se pierda.
Esto de ir a la fiestas es muy bueno, sobre todo porque se comparte entre amigos y compañeros momentos agradables. La parte fea de este asunto es ver siempre a las mismas personas haciendo esto como si fuera relajo. Está bien una o dos veces, pero caramba, a esta gente ya no les importa lo que digan los demás. Ellos están tan acostumbrados que el día de la fiesta, en lugar de llevar una elegante cartera, llevan un cartucho de esos que venden en la Peatonal.
Si usted es de las personas que les gusta hacer esta gracia en las reuniones, debe ir cambiando de actitud porque se está ganando un apodo que le va a durar toda la vida, y después no aguantará la vaciladera que le harán sus compañeros.
Si en realidad quiere llevar comida para su perro y no tiene dinero para comprar el alimento especial, le recomendamos dirigirse a algunos restaurantes donde sí venden esa comida que sobró en buenas condiciones y a buen precio.
Deje de andar de fiesta en fiesta vendiendo una mala imagen de usted en esta situación que no lo hará más rico, pero si pobre en educación e imagen personal.
