El guardameta de la Selección Sub-23 de fútbol, Gilmar Torres, último en ser convocado para esta línea, aseguró ayer que se siente mucho mejor, más ágil y rápido al haber bajado de peso, y ahora sólo espera que el técnico le dé la oportunidad para actuar.
"Desde que fui llamado, he venido trabajando fuerte y con mucho sacrificio para bajar de peso y ganarme un puesto seguro en la preolímpica. Al principio tuve problemitas porque estaba subido de peso, pero he mejorado y seguiré entrenando con muchas ganas porque no pienso desaprovechar la oportunidad que se me ha dado".