Ocalan puede escapar a la horca gracias a Europa
Agencias
Internacionales
La suerte del jefe rebelde kurdo Abdulá Ocalan está lejos de estar echada a pesar de la confirmación esta semana de su condena a muerte, y su salvación de la horca dependerá en gran medida de las futuras relaciones entre Turquía y la Unión Europea. "Ahorcar a Ocalan sería dramático para las relaciones con Europa y, en el plano interior, eso no calmaría la situación en el sudeste del país, que tiene mayoría kurda, y haría de Ocalan un mártir", señaló un diplomático europeo en Ankara. Pero para Turquía, Ocalan sigue siendo un "terrorista" y es odiado por gran parte de la opinión pública, al tiempo que para sus partidarios simbolizaba la búsqueda de una identidad kurda. Abdulá Ocalan, de 50 años, dirigió con mano de hierro durante unos 15 años, desde el extranjero, la lucha armada del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en el sudeste anatolio, de mayoría kurda. En sus escritos preconizó la creación de un "Gran Kurdistán", un territorio kurdo que hubiera incluido regiones de Turquía, Irán, Irak y Siria, reuniendo a unos 20 millones de kurdos. Luego redujo sus pretensiones y se mostró partidario de una autonomía o de una solución federal para los kurdos dentro de Turquía. Para el Estado y el ejército turco, se trata de un "terrorista sanguinario".La población lo odia, ya que miles de familias perdieron algún hijo en los combates entre el ejército y los guerrilleros kurdos en el sudeste anatolio. Sin embargo, ahora, Turquía puede dificilmente ejecutar al hombre que es el símbolo mismo de las aspiraciones a una autonomía kurda, en momentos en que espera lograr durante la cumbre europea del 10 y 11 de diciembre, el estatuto de candidata a la Unión Europea. Este estatuto implica un respeto de los criteros de adhesión, entre ellos el repeto de los derecho humanos y la abolición de la pena de muerte. La decisión de la Corte de Casación "no complicará mucho las posibilidades de Turquía de ser designada candidata en la cumbre de Helsinki", estima otro diplomático, "pero algunos países podrán intentar obtener la seguridad de que Ocalan no será ejecutado". El presidente turco Suleyman Demirel y el primer ministro Bulent Ecevit reaccionaron a la decisión de la Corte de Casación indicando que es necesario aún esperar qué es lo que dirá la Corte Europea de Derechos Humanos, antes de que el Parlamento turco pronuncie su decisión final. Los analistas ven en este plazo el signo de que las autoridades desean preparar al país al hecho de que el enemigo público número uno no sea finalmente ahorcado."Es una señal muy positiva el hecho de que el presidente y el primer ministro hayan declarado que iban a esperar la decisión de la Corte Europea de Derechos Humanos", ya alertada por los abogados de Ocalan", reveló otro diplomático. "El camino que los políticos intentan seguir es el de preparar a la opinión pública a otra solución que la ejecución", estimó. Los responsables turcos deberán en efecto, en ese caso, explicar a su opinión pública porqué es conveniente no quitar la vida al hombre que siempre fue presentado como un "terrorista" responsable de la muerte de 31.000 personas víctimas de las violencias ligadas a los 15 años de guerrilla del PKK en el sudeste del país. Más aún cuando la coalición gubernamental de Bulent Ecevit está dividida sobre el tema, porque el partido de extrema derecha Acción Nacionalista, MHP, segundo en el Parlamento, es partidario abiertamente de la ejecución del líder kurdo.
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Más aún cuando la coalición gubernamental de Bulent Ecevit está dividida sobre el tema, porque el partido de extrema derecha Acción Nacionalista, MHP, segundo en el Parlamento, es partidario abiertamente de la ejecución del líder kurdo.
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