Jefes de cártel de Cali "preocupados" por posible incriminación en EEUU
Agencias
Internacionales
Los jefes del cocainero cártel de Cali, los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez, temen que Washington solicite su extradición basado en un testimonio del señalado narcotraficante venezolano José Flores, extraditado el jueves a Estados Unidos, dijo este viernes una fuente oficial colombiana. "Los Rodríguez Orejuela están muy preocupados y dan por descontado que los norteamericanos pedirán su extradición en cualquier momento, luego del testimonio de Flores", dijo a la AFP un oficial de la Policía. Recluidos en la cárcel de alta seguridad de La Picota de Bogotá desde 1995, los jefes mafiosos alegan que no pueden ser enviados a otros países por cuanto ya fueron juzgados en Colombia por delitos cometidos antes de diciembre de 1997, cuando el Congreso restableció la extradición de nacionales, prohibida por la Carta Magna en 1991. Los comentaristas colombianos señalaron el jueves que Estados Unidos tendrá en cuenta la aseveración de Flores, alias "El gordo", de que visitó en 17 ocasiones a los Rodríguez Orejuela en la prisión, para probar que éstos delinquieron después de diciembre de 1997, por lo que pueden ser extraditados. Los jefes del cártel de Cali también estuvieron involucrados en una vasta red de corrupción que salpicó a importantes políticos colombianos, recordaron los comentaristas. Flores, que hasta último momento alegó ser colombiano de nacimiento en un intento por evitar su extradición, admitió su amistad con los líderes del cártel cocainero, pero afirmó a la prensa que probablemente las autoridades estadounidense lo "obligarán" a incriminarlos. "La única cosa que le interesa a los 'gringos' es que yo les hable de los Rodríguez Orejuela, que yo sea un instrumento para conseguir la petición de extradición de estos señores.Aun practicando la falsedad, sólo buscan de cualquier modo la extradición, complicándolos en negocios turbios, que son desde ya un mero montaje", declaró Flores al diario bogotano El Tiempo, poco antes de ser extraditado. El Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA) señaló que Flores (38 años) estuvo detrás del envío, en el verano de 1990, de cinco toneladas de cocaína del cártel de Cali a Miami (Florida) y de ocho toneladas de droga, en 1991, a esa ciudad norteamericana, vía Táchira (Venezuela). Un alto responsable de la DEA en Bogotá dijo a los periodistas que Flores "era el tentáculo del cártel de Cali en Venezuela". El señalado narcotraficante venezolano José Flores, extraditado el jueves desde Colombia a Estados Unidos, dijo haber sido "intermediario" entre la Iglesia católica y los jefes del cocainero cártel de Cali, los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, en una entrevista publicada este viernes por el diario bogotano El Tiempo. "Desde la detención de ellos (en 1995) hasta mi detención (en agosto de 1998), los visitaba como amigos y les estaba colaborando en un acercamiento con la Iglesia, ya que como hijos de Dios y bautizados en la Iglesia católica querían un acercamiento con ella", declaró Flores. Flores añadió que "hasta les colaborada (a los Rodríguez Orejuela) en asuntos de derechos humanos, ya que al principio de sus capturas se los estaban violando a ellos y a sus familiares.Por eso buscaron la ayuda de la Iglesia y yo fui intermediario para eso". Según El Tiempo, Flores concedió la entrevista poco antes de ser embarcado en un avión del Departamento Antidrogas estadounidense (DEA) que lo llevó al estado norteamericano de Florida, donde tiene varias causas judiciales por contrabando de drogas y lavado de dinero. El señalado narcotraficante venezolano no precisó en la declaración al rotativo en qué consistió su "mediación" entre los capos de la cocaína y la Iglesia. Los comentaristas colombianos creen que Estados Unidos tendrá en cuenta la aseveración de Flores, alias "El gordo", de que visitó en 17 ocasiones a los Rodríguez Orejuela en la prisión bogotana de La Picota, para solicitar la extradición de los capos del cártel de Cali Los Rodríguez Orejuela alegan que no pueden ser enviados a otros países por cuanto ya fueron juzgados en Colombia por delitos cometidos antes de diciembre de 1997, cuando el Congreso restableció la extradición de nacionales, prohibida por la Carta Magna en 1991.
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