Nuestra Patria, generalmente hablando, es toda aquella extensión de territorio, gobernada por las mismas leyes que rigen en el lugar en que hemos nacido, donde formamos con nuestros conciudadanos una gran sociedad de intereses y sentimientos nacionales.
Cuanto hay de grande, cuanto hay de sublime, se encuentra comprendido en el dulce nombre de Patria; y nada nos ofrece el suelo en que vimos la primera luz, que no esté para nosotros acompañado de patéticos recuerdos y de estímulos a la virtud, al heroísmo y a la gloria. Las ciudades, los pueblos, los edificios, los campos cultivados y todos los demás signos y monumentos de la vida social; nos representan a nuestros antepasados y sus esfuerzos generosos para el bienestar y la dicha de su posteridad, la infancia de nuestros padres, los sucesos inocentes y sencillos que forman la pequeña y siempre querida historia de nuestros primeros años, los talentos de nuestras celebridades en las ciencias y en las artes, los magnánimos sacrificios y las proezas de nuestros grandes hombres, los placeres, en fin, y los sufrimientos de una generación que pasó y nos dejó sus hombres, sus riquezas y el ejemplo de sus virtudes...
Los templos, esos lugares santos y venerables levantados por la piedad y el desprendimiento de nuestros compatriotas, nos traen constantemente el recuerdo de los primeros ruegos y alabanzas que dirigimos al Creador.
Después de estas consideraciones, fácil es comprender que a nuestra Patria todo lo debemos. En sus días serenos y bonancibles, en que nos brinda solo placeres y estar contentos, le manifestaremos nuestro amor guardando fielmente sus leyes.
Muertos nosotros en defensa de la sociedad en que hemos nacido, ahí quedan nuestras queridas familias y tantos inocentes a quienes habremos salvado, en cuyos pechos inflamados de gratitud, dejaremos un recuerdo imperecedero que se irá transmitiendo de generación en generación; ahí queda la historia de nuestros país, ahí queda a nuestros descendientes y a nuestros conciudadanos todos, un noble ejemplo que imitar y que aumentará los recuerdos que hacen tan querido el suelo natal.