Como se esperaba el mediador independiente ratificó la posición de las Aguilas de Filadelfia y el recibidor estelar Terrell Owens no podrá jugar más por lo que resta de temporada.
Sus acciones de indisciplina y crítica constante a los compañeros y directivos, especialmente contra el mariscal titular Donovan McNabb, acabaron con la paciencia de todos para ponerle un límite a compartimiento negativo de Owens.
El resultado fue la suspensión por cuatro partidos para luego tratar de dejarlo fuera del equipo, algo que el mediador independiente Richard Bloch consideró completamente correcto y justo.
La realidad ahora para Owens no es otra que esperar a que pase la temporada y las Aguilas decidan dejarlo en libertad para que pueda conseguir otro equipo con el que jugar la campaña del 2006.
Esta vez sus acciones le van a costar caro y el sindicato de jugadores no ha podido tampoco salvarlo ni encontrar la fórmula que le pudiese ayudar a reducir el castigo impuesto.
La última esperanza que tenía Owens de poder jugar esta temporada estaba en manos de Bloch y el mediador fue claro y tajante en su decisión que fue en contra del polémico jugador.
Bloch ha establecido claramente que todo lo que ha hecho el equipo ha sido correcto y por lo tanto, Owens debe tomar responsabilidad.
UN DATO DE SUMO INTERES
Se espera que las Aguilas, no dejen en libertad al jugador, y acepten abonarle 1 millón de dólares.