¿Quiénes arman a Afganistán? Es la pregunta que se hace el televidente de cualquier parte del mundo al ver tanta gente pobre con fusiles y lanza-cohetes. En las escenas presentadas a través de los medios televisivos, estos hombres armados hasta los dientes, pero que demuestran una gran pobreza, no puede uno explicarse cómo cargan y portan armas que a lo mejor tienen el mismo valor que una parcela de tierra. Si toda la inversión de guerra se destinara a desarrollar este país, ellos podrían competir en el mercado internacional como cualquier nación industrializada.
Si ese dinero se usara para construir acueductos, viviendas, carreteras y centros de salud sería uno de los países con mejores índices de progreso. Es absurdo ver tanta gente con equipo bélico en medio de una guerra sin sentido, sin esperanzas de resolver las necesidades más apremiantes.
En este milenio que se inicia es absurdo ver estas imágenes traídas a la televisión donde la gente corre y se desplaza con tanto armamento peligroso, cuando debería ser con instrumentos de trabajo. Nos preguntamos quién se está haciendo más rico con el tráfico de armas y por qué no hay un tribunal mundial que sienta la responsabilidad de juzgar a estos mercaderes de la muerte. |