Si todavía no ha asistido a una sala de cine a ver la película 2012, es mejor que vaya ya, porque este filme está dando que hablar en todo el mundo, pues en tan solo una semana de estreno, ha causado estragos en las taquillas de cine a nivel mundial, siendo en dos días de estreno la más taquillera.
Para esta cinta, su director, Roland Emmerich, contó con un presupuesto de unos 200 millones de dólares, de los cuales un aproximado de 80 millones se invirtió en efectos especiales. Pero esta inversión ya ha sido recuperada, pues en el fin de semana recaudó 225 millones de dólares a nivel mundial.
Sin embargo, la película basada en la profecía maya ya empezó a causar reacciones, y es que, según publicó la página ADN.es, el diario vaticano "L'Osservatore Romano" ha afirmado que la película "2012", en la que, entre otros, acaba también destruido el Vaticano, combina arqueología e historia "para suscitar nuevos miedos y manipular los antiguos". Añade que en la película desaparecen ciudades enteras y que los volcanes y unas olas de 1.500 metros devastan los continentes, "y se hacen añicos la Capilla Sixtina y San Pedro del Vaticano, arrastrando a cardenales y fieles que rezan en la Plaza de San Pedro". "Pobre planeta, pobre humanidad", escribe el diario, que subraya que se trata de un espectáculo "sin frenos y sin mesura", que ha costado 260 millones de dólares.
El vespertino de la Santa Sede comenta que con Emmerich comienza una nueva era para Hollywood y se va hacia atrás, del Nuevo al Viejo Testamento, a Noe, al diluvio, al Arca de la Alianza y al monte Ararat, para que después aflore una pizca de humanidad, con todos sus pecados, obligada a comenzar de nuevo.
En tanto, después de haber visto la película que destruye el mundo, hay quienes se están preguntando si realmente, según la profecía maya, el mundo terminará el 20 de diciembre del 2012.