Terminan de hacer sus necesidades fisiológicas, sólo se suben los pantalones y, algunos, se lavan las manos, pero hay de los que nunca bajan la cadena del inodoro.
Estas personas pareciera que les encanta vivir entre los malos olores, pues siempre dejan a la vista de todos elementos sólidos y líquidos desechados por su organismo.
El excremento humano y la orina emiten olores desagradables que nadie soporta. Lo recomendable para evitar que el inodoro se tape o que se esparzan los olores es bajar la cadena.
La costumbre de no bajar la cadena puede quitarse. Una de las fórmulas para ello es encontrar al culpable y repredenderlo públicamente y llamarle la atención antes los demás.
Ojalá de esta forma logre cambiar sus malos hábitos, si no ya no podremos hacer nada. |