Los militares estadounidenses no tienen evidencias de que el saudí Osama bin Laden haya abandonado Afganistán, y prosiguen las operaciones de fuerzas especiales en busca del jefe del grupo Al Qaida, indicaron ayer fuentes del Pentágono.
La red de televisión Al Yazira, con sede en Qatar, ha informado que, según el embajador talibán en Pakistán, Abdul Salam Zaif, Osama habría salido de Afganistán.
La administración del presidente George W. Bush ha señalado a Osama y Al Qaida como sospechosos principales en los ataques terroristas del 11 de septiembre que dejaron miles de muertos y heridos en Nueva York, Washington y Pennsylvania.
Aunque Washington no ha mostrado públicamente las pruebas de los vínculos entre Osama y los ataques suicidas, la administración Bush también ha sugerido que Al Qaida tuvo algo que ver con la distribución en Estados Unidos de sobres contaminados con la bacteria ántrax.
Sobre la cabeza de Osama pende una recompensa de 25 millones de dólares, y algunos expertos militares creen que sería insensato que el saudí se moviera de sus reductos en Afganistán mientras le buscan desde el cielo los ojos tecnológicos del Pentágono, y en tierra las unidades de fuerzas especiales estadounidenses.
La seguridad de Osama ya sufrió un duro golpe con la muerte de su lugarteniente Mohamed Atef, confirmada por los talibanes quienes, sin embargo han dicho que no lo mató un ataque de los aviones estadounidenses que desde el 7 de octubre han bombardeado Afganistán. |