Trabajadores y desempleados continúan con protestas

Buenos Aires
AP
Empleados estatales y desocupados continuaron bloqueando rutas en diferentes provincias del país en reclamo de trabajo, el pago de salarios atrasados y mejoras sociales, pero el gobierno consideró que no existe una situación crítica. Las protestas se localizaron fundamentalmente en las provincias de Jujuy, Tucumán y Corrientes, entre otras, y en el centro de esta capital. El gobierno, sin embargo, consideró que hasta el momento no existen riesgos de que se produzcan estallidos como los que el viernes pasado desencadenaron en Salta una dura represión a desocupados, que terminó con la muerte de uno de ellos y más de una decena de heridos. La senadora de la oposición peronista Silvia Raijer, presidenta de la Comisión bicameral de seguridad e inteligencia, dijo que pese a los conflictos sociales no hay una situación crítica. Raijer ofició de portavoz tras un encuentro que mantuvieron los senadores con el secretario de Inteligencia del Estado Carlos Becerra. Según la legisladora, Becerra manifestó que hay "problemas en algunas provincias, pero que hasta ahora no tenía información de alguna situación crítica". Mientras tanto, en distintos puntos de la norteña provincia de Jujuy se produjeron ocho cortes de rutas que bloquearon el acceso a la capital provincial y a otras localidades. También en Tucumán, al noroeste de Buenos Aires, desocupados mantenían cortadas dos rutas; mientras que en Corrientes, al norte, empleados de una compañía de transporte cortaron el tránsito de la ruta 12 para exigir el pago de sueldos atrasados. En el centro de Buenos Aires, grupos de empleados estatales protestaron en las calles por el recorte de sus salarios dispuesto por el gobierno en abril, la anunciada eliminación del sistema estatal de jubilaciones y la reestructuración de organismos públicos, cuyo fin es achicar el plantel de trabajadores. Las protestas sociales se han extendido en diferentes puntos del país desde hace unas dos semanas, como una forma alternativa de protesta por el elevado índice de desempleo --que alcanza a 4 millones de personas en todo el territorio-- y en reclamo de alimentos y medicamentos. En la Argentina, cuya economía no crece desde hace más de dos años, más de un tercio de la población es pobre. El sindicalismo opositor llamó el viernes pasado a una huelga nacional de 36 horas, que comenzará el próximo jueves, para protestar por el ajuste económico y la represión a las protestas sociales. Ayer se sumó a la convocatoria la Central General del Trabajo (CGT) "oficialista".
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