¿Se acuerda de esa imagen de la abuelita con los pies metidos en un balde de agua caliente? Pues, al parecer, es la imagen de la sabiduría.
Nueva evidencia científica parece respaldar la efectividad de los consejos de las madres a los niños acerca de abrigarse bien para no resfriarse.
Los científicos dicen haber encontrado la primera prueba de que realmente existe un vínculo entre el frío y la gripe.