Alberto Fujimori, quien cumplió más de una semana de detención en Chile, agota las posibilidades judiciales para lograr la libertad, mientras analistas y políticos coinciden en que su calculada estrategia de regreso a Perú ha sido un rotundo fracaso político.
La Corte de Apelaciones de Chile evaluará el recurso de amparo presentado por un ciudadano anónimo que pide la libertad del ex presidente peruano, quien el pasado 6 de noviembre llegó a Santiago procedente de Japón y fue detenido por la Interpol.
Mientras tanto, analistas y políticos peruanos consultados por EFE consideraron que el meticuloso plan ideado por el prófugo, que en noviembre de 2000 presentó su dimisión a la Presidencia de Perú desde Japón, se ha convertido en su propio "harakiri".
El líder del Partido Socialista de Perú, Javier Diez Canseco, dijo que "el genio resbaló, creyó que con la jugada chilena iba a subir como la espuma en las encuestas y a partir de allí negociar las condiciones de su postulación en el 2006 desde Santiago; pero todo se le fue al agua con su detención".
Por su parte, el que fuera primer ministro en el Gobierno de Fujimori, Javier Valle Riestra, dijo que "Fujimori se ha hecho un harakiri, se creía invulnerable como cuando (Augusto) Pinochet viajó a Londres en 1998 y fue detenido por orden del juez español (Baltasar) Garzón durante 500 días. Acabará humillado en un arresto denigrante que durará largos meses".