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Dorindo Cárdenas se encuentra en el extremo donde se yerguen los mitos. Cuatro décadas en la tarima lo consagran como el máximo exponente de nuestra música, y lo colocan en una situación privilegiada. Algo que es de admirar en este hombre sencillo, recio y decente, es su capacidad para sobrevivir ante los vaivenes del etéreo mundo del espectáculo. Han pasado todas las épocas, las de vacas gordas y vacas flacas, y después de tantos años -con fracasos, pero más éxitos a cuestas- sigue siendo "El Poste", "El Comendador", un músico que sigue gustando por todo el territorio nacional.
Razón tenía aquel animador de música típica que hace tantos años le endilgó el mote de "Poste de Macano Negro". Lo hizo pensando en la capacidad de resistencia de este talento santeño, que no ha conocido lo que es la claudicación. Así como el macano es uno de los árboles más recios e inderrumbables de la floresta, así Dorindo Cárdenas es una pieza indestructible en los escenarios típicos nacionales.
Acaba de salir del estudio de grabación y tiene casi listo su nueva producción. Esto parece hasta increíble en un músico con tanta trayectoria que, se diría, podría estar dejando el lugar a otros músicos jóvenes y, como muchos otros, diría que ya él no debe estar compitiendo.
Sin embargo, Dorindo nació para la música, y con sus éxitos más recientes, demuestra que el tiempo no ha podido doblegarlo. Es un artista capaz de continuar en la batalla, marcando los puntos necesarios para mantenerse en los primeros lugares.
Sabemos que la nueva producción cosechará éxitos como lo ha hecho en los anteriores. Dorindo Cárdenas se está convirtiendo en leyenda, y lo hace sin proponérselo. Si se ve su calendario de toques, descubriremos que tiene la agenda completa, y en un mes toca tantas veces como en sus años mozos, como si estuviera iniciando la carrera.
Todo esto demuestra que siempre se puede, y que el tiempo, que para algunos es un obstáculo, para Dorindo se ha convertido en un aliado. Como el vino, "El Poste" se pone mejor con los años. |
