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Los venezolanos escucharon el discurso de Chávez sonando cacerolas y con piedra en mano en señal de oposición. Foto AP  |
El presidente Hugo Chávez expresó ayer que su gobierno está en "alerta" ante los movimientos subversivos para propiciar un golpe de estado que han surgido en las últimas semanas en el país.
El mandatario atribuyó, sin mencionar nombres, a algunos partidos opositores tradicionales y grupos de militares retirados las acciones de conspiración contra su gobierno, pero sostuvo que "aquí no habrá golpe".
Chávez pidió a sus simpatizantes "no sobre dimensionar" las versiones de golpe de estado, y agregó que "a diferencia de la revolución de (Salvador) Allende esta revolución es pacífica y seguirá siendo pacífica".
Chávez, un teniente coronel retirado que lideró una fallida revuelta militar hace nueve años, reconoció que una de sus grandes tareas es "garantizar" al país que la fuerza armada "apoya el proyecto de transformación".
El mandatario consideró como "un desespero irracional" las propuestas que han hecho en los últimos días algunos grupos opositores explicó que el referendo revocatorio de su mandato no es posible en este momento debido a que la constitución prevé que ese tipo de acciones sólo podrán realizarse al completarse la mitad del mandato presidencial, que en el caso de Chávez se alcanzará en el 2004.
Chávez, quien fue reelecto en julio del año pasado, gobernará Venezuela hasta el 2007 según lo determinó una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia. La constitución venezolana contempla un período de gobierno de seis años con posibilidad de reelección inmediata.
El mandatario rechazó ayer las encuestas que han sido difundidas en las últimas semanas que señalan un descenso de más de 20 puntos en su respaldo popular en lo que va del año.
Sostuvo que de acuerdo a sus cifras el gobierno goza de un respaldo popular que supera 60%.
Una encuesta del Instituto Venezolano de Datos, difundida esta semana, reveló que 70% de la población responsabiliza al mandatario de los principales problemas del país, y 85% pidió cambios inmediatos en sus políticas para sacar al país de la crisis.
Chávez, hablando por una cadena de radio y televisión, desestimó las protestas callejeras contra su gobierno el martes de noche en algunos barrios de la capital venezolana.
Refirió que las personas que hicieron sonar cacerolas y bocinas de autos en contra su gobierno, no representan "una gran mayoría", pero agregó que su gobierno indagará las protestas para saber si son "una reacción química o si es una razón lógica y real".El mandatario expresó que lamentaba los fuertes cuestionamientos hechos por los empresarios contra el gobierno por la aprobación de un paquete con 49 leyes aprobado el martes. Chávez instó a los empresarios a que "vean la realidad" y "ocupen su puesto" antes de criticar las nuevas leyes. |
