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REFLEXIONES
"Huelga transportista"
Carlos Christian Sánchez
Panamá está sumida en el caos por culpa del desorden en el transporte colectivo. Una buena mañana, dos palancas de autobuses hacen una "regata" o carrera, que dejó a los pasajeros con el corazón en la boca. La disputa de llegar a una parada determinada, además de recuperar el dinero por el viaje, hace a los transportistas el cometer estas gracias, ya que no tienen un salario estable y bien remunerado. Lo peor es que esto ocurrió en la salida de Pedregal, al frente de la sede de la Autoridad del Tránsito. Otro día, los panameños amanecemos con las amenazas de un dirigente transportista en decretar una huelga del servicio de autobuses, si la "Doña", la presidenta Mireya Moscoso, les niega el respaldo al aumento del pasaje a los veinticinco centavos. ¿Qué derecho tiene este ciudadano en decir que él puede trancar una calle de la ciudad mientras que el supuesto derecho de terceros se violenta? Una huelga afectaría a más de un millón de panameños humildes que todos los días salen a trabajar por el progreso del país. En otro asunto, hay mucha desidia en la labor de la Autoridad del Tránsito para resolver el problema del elevado tráfico de automóviles procedente de la periferia de la capital. Cientos de miles de autos se movilizan hacia el centro de la ciudad de Panamá desde Tocumen, Pedregal, Juan Díaz y San Miguelito, por sólo dos vías, mientras que se elimina el uso del "tercer carril". Es obvio que se busca favorecer a los mexicanos de ICA y el Corredor Sur para que los tontos panameños les paguemos dos balboas por uso de la carretera. ¿Y qué decir del deterioro de las calles en Juan Díaz, Don Bosco, San Miguelito y demás partes de la ciudad? ¿Es que acaso el Ministerio de Obras Públicas y la Autoridad del Tránsito no pueden coordinar acciones pertinentes para solucionar los tremendos baches y huecos en las avenidas? La Autoridad del Tránsito promueve el uso del Corredor Sur, pero no repara la calle de acceso desde Llano Bonito, en Juan Díaz, sitio en donde se congestiona el tráfico de vehículos todos los días, a todas horas. La problemática del traslado de la terminal de autobuses de El Chorrillo a la Gran Estación de Albrook, es otro punto sensitivo que demuestra una falta de coherencia en la actuación de las autoridades del transporte. No hay capacidad de diálogo de parte de las autoridades nacionales para convencer a los transportistas, usuarios y buhoneros del barrio popular, ya que ellos están convencidos que el pago de unos cinco centavos por salidas desde Albrook será luego elevado con las semejantes autoridades del transporte que tenemos, las cuales están totalmente parcializadas a los grupos empresariales y el poder económico.
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