CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no conozco la cortesía
Los buses son el escenario perfecto para analizar los pésimos modales del panameño común. No dice los buenos días, empuja a todos; sean niños o personas mayores; profiere malas palabras a diestro y siniestro; no cede su puesto a mujeres ni ancianos... Es un paisaje triste el de los panameños, quienes están ignorado las fórmulas elementales de cortesía, y han convertido su vida en algo gris y triste. Incluso en los colegios primarios y secundarios han sacado de sus clases diarias las lecciones de urbanidad. Los maestros y padres de familia debieran preocuparse porque la nuestra se convierte en una sociedad de salvajes.
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