EDITORIAL
Declaraciones imprudentes
El ministro de Obras Públicas y secretario general del Partido Arnulfista, Víctor Juliao realizó el fin de semana inoportunas declaraciones, en torno a una supuesta conspiración para derrocar a la mandataria Mireya Moscoso. Es inexplicable que en la semana previa a la Cumbre Iberoamericana de Presidentes, se realicen este tipo de afirmaciones sin revelar nombres específicos. El gobierno por un lado trata de vender la imagen, de que Panamá es un mar de tranquilidad, con el fin de proyectar una buena imagen del país, pero uno de los integrantes del Gabinete se sale con semejante declaraciones. Cuando aparentemente existía una especie de tregua entre los diversos grupos nacionales para no realizar protestas durante los días en que se proyecta realizar el cónclave que reunirá a 23 jefes de Estado, la denuncia de Juliao calienta el ambiente político. No sabemos con qué elementos cuenta el dirigente arnulfista para denunciar el supuesto complot, pero bien es cierto que el Partido Revolucionario Democrático, el principal colectivo de oposición, a duras penas se pronuncia contra el actual gobierno y los propios sectores perredistas cuestionan la actitud colaboracionista de su actual dirigencia con la administración de Moscoso. Los seguidores del caudillo Arnulfo Arias Madrid por la experiencia de las tres veces en que fuera derrocado su líder, tienen una sicosis permanente en torno a los golpes de Estado, pero los tiempos cambian y la época en que se alteraba el orden constitucional, aparentemente son etapas superadas. El que un miembro del Gabinete denuncie la existencia de una conspiración contra el poder constitucional, introduce un ingrediente de inestabilidad, sobre todo para las inversiones, que se espantan ante la mínima crisis, más cuando se habla de tumbar a un gobierno. Todos debemos entender que Mireya Moscoso llegó al poder con el voto popular y bien o mal debe completar el período para el cual fue elegida. Tratar de alterar eso, sólo contribuye a profundizar la crisis económica, de la que a duras penas intenta salir la nación panameña.
PUNTO CRITICO |
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