Tomar regularmente tazas de té podría ayudarnos a tener una mejor memoria, sugieren unos científicos que están investigando formas alternativas de tratamiento de la enfermedad del Alzheimer.
Los resultados de laboratorio indican que ciertas variedades de té inhiben la actividad de determinadas enzimas en el cerebro que están asociadas con la memoria.
Los trabajos, realizados por un equipo de la University of Newcastle upon Tyne, podrían beneficiar a los más de 10 millones de personas que se estima padecen en el mundo esta particular forma de demencia.
Los resultados sugieren que tanto el té verde como el negro inhiben la actividad de enzimas asociadas con el desarrollo del Alzheimer. En cambio, el café no parece tener tal efecto.
Más en concreto, ambas clases de té inhiben la actividad de la enzima acetilcolinesterasa (AChE), que descompone el mensajero químico o neurotransmisor acetilcolina. Precisamente, el Alzheimer se caracteriza por una disminución de la acetilcolina.