El secretario de Justicia, John Ashcroft, uno de los más criticados del Gobierno de Estados Unidos, y el de Comercio, Don Evans, dimitieron del cargo y abrieron el proceso de cambios en el gabinete del presidente, George W. Bush, para su segundo mandato.
Las dimisiones fueron aceptadas de inmediato por Bush, quien dijo que la remodelación de su equipo ministerial es "inevitable".
En su carta de dimisión manuscrita, Ashcroft afirmó que "se ha logrado el objetivo de garantizar la seguridad de los estadounidenses frente al terrorismo".
Ashcroft, de 62 años, se convirtió en el blanco de las críticas de los grupos de defensa de las libertades civiles y de los derechos humanos por las políticas contra el terrorismo adoptadas tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Bush elegió al asesor legal de la Casa Blanca, Alberto González, para ser el nuevo secretario de Justicia de EE.UU., el primer hispano que llega a ese puesto. Es de origen mexicano y tiene 49 años.
En tanto, el renunciante secretario de Comercio Evans señaló que "aun cuando la promesa de su segundo período es brillante, indicó que es el momento de regresar a casa", en Texas.