La recuperación del ex presidente Guillermo Endara es una muy buena noticia, no sólo porque su organismo ha respondido de manera favorable a la intervención quirúrgica, sino también porque una figura de su importancia política prefirió ser atendido por galenos locales, en un centro hospitalario de la ciudad capital, lo que a nuestro concepto demuestra que nuestros médicos nada tienen que envidiarle a los de otras latitudes. Creemos que es importante reconocer la actitud de la señora Ana Mae durante el tiempo que duró este problema. La esposa del ex jefe del Ejecutivo se portó a la altura con todo el que se acercó al hospital para conocer el estado de salud de Endara.
Para quienes se interesan por asuntos cabalísticos, les informamos que fueron 20 los profesionales de la medicina que atendieron a Endara.
Por otra parte, las actividades políticas se tornan cada vez más interesantes, sobre todo por los lados del arnulfismo. En sus toldas se entretejen con las actuales circunstancias numerosos factores. Los períodos de sacrificio, de martirio, de lucha, de persecución y de entrega a la causa partidista son difíciles de arrancar del espíritu colectivo de los morados. Por eso, su transformación a grupo político de masas organizadas no parece ser un hecho tan fácil. La propia ordenación del colectivo está constituida para evitar un mal recurrente: la usurpación.
Si bien es cierto que existen unos 600 convencionales, la verdad es que el arnulfismo es manejado por 27 personas integradas en el Directorio Nacional y éstas, por razones históricas, sufren en su gran mayoría, por la posibilidad de que el partido sea desviado de sus propósitos originales.
Sin embargo, en las actuales condiciones, no es posible que esto ocurra. Creemos que el mejor legado que pueden dejar a las futuras generaciones de arnulfistas es una organización bien realizada y para ello, aunque parezca una contradicción, deben tomar el ejemplo del Partido Revolucionario Democrático, cuya vida orgánica es muy diversa y rica en el intercambio ideológico.
Con todos estos antecedentes, el lunes pasado se presentó una petición con 380 firmas de convencionales ante el directorio nacional. Este movimiento es encabezado por Juan Carlos Varela, Marco Ameglio y Alejandro Posse Martinz. José Miguel Alemán será el facilitador de los acuerdos.
La reunión se llevó a cabo en la sede del partido en Avenida Perú mientras caía una pertinaz lluvia. Participaron más de veinte miembros de la directiva y las conversaciones se iniciaron a las seis de la tarde a puertas cerradas.
Dos observaciones: El legislador Osmán Gómez llegó con dos horas de retraso a la cita; la otra es que el Movimiento Acción Arnulfista había citado a Marco Ameglio a las cinco de la tarde para encontrar una salida negociada, pero este no se presentó. Sin embargo, se le permitió a los integrantes del Movimiento la cortesía de sala, quedándose sin sustentar su denominado cambio "suave".
Si bien las fuerzas del cambio han recogido 380 firmas eso es una "condición necesaria pero no suficiente", porque en una elección la dama de Pedasí tiene un tercio e iguales proporciones que Ameglio y Varela.
Sin embargo, la presidenta del arnulfismo realizó la llamada operación LUPA (que en otra oportunidad revelaremos). Cuidado señores del cambio que en Costa Rica hay un dicho que reza "en política no existen cadáveres porque los pueblos tienen memoria corta y olvidan muy pronto".