Aves de rapiña devoran cientos de cadáveres en Honduras

Choluteca / Honduras
AFP

Cientos de cadáveres eran devorados por aves de rapiña en las márgenes del río Choluteca -Pacífico hondureño- ante la impotencia de las brigadas de rescate, que afrontaban dificultades para llegar hasta donde se encuentan los cuerpos, informó este lunes la Defensa Civil.

"Centenares de cadáveres se encuentran empantanados donde se junta el río Choluteca con el golfo de Fonseca, pero el rescate se hace difícil, muchos están destrozados entre el mangle, lodo y troncos de árboles, piedras y todo lo que arrasó el huracán", declaró a la AFP el médico Noel Aguilar, quien participa en las labores de rescate.

Aguilar afirmó que "la imaginación se queda corta" ante lo que las brigadas han observado en los sitios devastados por el huracán Mitch, que provocó alrededor de 30.000 muertos y desaparecidos en la región centroamericana.

Aguilar narró que el domingo exploraron la desembocadura del Choluteca donde localizaron ocho cadáveres, pero que "el rescate se dificultaba porque los cuerpos están putrefactos y son devorados por las aves de rapiña".

Para ejemplicar la fuerza de las embravecidas correntadas del desbordado río Choluteca, Aguilar aseguró que diez contenedores, que almacenaban fertilizantes, insecticidas y otros productos químicos, fueron arrastrados 45 kilometros hasta la desembocadura, por lo que "una persona era una pluma revolcada".

Choluteca, con sus 16 municipios y la mayoría de sus 194 aldeas, con una población de 386.000 habitantes, es uno de los departamentos más dañados por Mitch.

Muchos de los habitantes de esta región quedaron con el trauma de "escuchar los gritos de mujeres, hombres y niños que desesperados clamaban auxilio en las turbulentas aguas del río desbordado", señaló Aguilar.

Uno de los pueblos, arrasados por completo, fue Morolica, 145 km al sur de Tegucigalpa, donde sólo la iglesia y unas diez casas resistieron las fuertes correntadas y toda su población quedó como desaparecida.

Aguilar comentó que fue "espeluznante para los sobrevivientes ver muchas personas que ante la crecida del río se subieron a los árboles, y prontó el agua llegaba hasta ellos".

La angustia impera en los hondureños que desde hace 14 días buscan desesperarados a sus familiares que murieron.

En Comayagua, 86 km al oeste de la capital, una misión de rescate confirmó la presencia de cadáveres en la desembocadura del río Humuya, en la cuenca de la central hidroeléctrica Francisco Morazán.

Allan Bahr, jefe de la expedición que en lancha recorrió la zona, dijo que en muchos sectores de la represa se dificulta el paso y las tareas de rescate se dificulta debido a los troncos de árboles con sus raíces que flotan.

Bahr, declaró que pudo ver cómo zopilotes y otras aves de rapiña devoraban cadáveres.

 

 

 

 

 

 



 

"Centenares de cadáveres se encuentran empantanados donde se junta el río Choluteca con el golfo de Fonseca, pero el rescate se hace difícil, muchos están destrozados entre el mangle, lodo y troncos de árboles, piedras y todo lo que arrasó el huracán", declaró a la AFP el médico Noel Aguilar, quien participa en las labores de rescate.

 

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