EDITORIAL
Diálogos
Ayer los representantes de los diversos credos religiosos que se profesan en Panamá oraron a favor de la paz, la justicia mundial y la tolerancia. Fue un acto que demuestra que en nuestro país se puede convivir en armonía, sin importar las diferencias de raza, religión y políticas.
Hubo un servicio inter-religioso en el Instituto Ecuménico y luego se oró en la Mezquita Jama Masjid y en la sinagoga Kol Shearit Israel. Mientras el mundo enfrenta un estado de guerra desde los ataques terroristas del 11 de septiembre, en Panamá conviven pacíficamente estadounidenses, árabes, israelitas y nacionales de diversos países.
Ese acto debe servir de ejemplo para nuestros políticos, que hoy están enfrascados en una lucha estéril, donde no habrá ganadores, todos habrán perdido prestigio.
Al menos surge la esperanza en las negociaciones que se adelantan secretamente entre el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa. Sin embargo, las lecciones de liderazgo que reciben desde ayer los 71 legisladores, no servirán de nada, sino se cambia la actitud de enfrentamiento que viene caracterizando a los dirigentes del oficialismo y la oposición.
Además cualquier acuerdo que se logre con el Ejecutivo debe ser sobre temas trascendentales para la nación. Claro que un adecuado presupuesto para la Asamblea Legislativa y las ratificaciones de funcionarios designados por el Ejecutivo, son aspectos importantes, pero hay cuestiones más prioritarias como la reactivación de la economía.
El principal problema del país es el económico y si éste no se resuelve en corto tiempo, la crisis que se incrementa cada día con despidos masivos y quiebra de empresas, estallará llevándose consigo a los líderes del oficialismo y la oposición.
El que no se ha dado cuenta de ese peligro está ciego o es un novato en política. Hay que trabajar para reactivar la economía o reducir los efectos negativos sobre ella. Pero las acciones deben llegar pronto. Las conversaciones deben ser productivas y no para llenar las apariencias, porque la gente se cansa de tanto diálogo insustancial.
PUNTO CRITICO |
 |
|