Los esfuerzos que realiza el presidente de la Asamblea Legislativa, para lograr una armónica colaboración entre los Organos del Estado, se están estrellando con el radicalismo político y las pasiones desbordadas, lo cual sin lugar a dudas acabará llevando al país al desastre económico y social.
Rubén Arosemena al tomar posesión de su cargo como presidente de la Asamblea Legislativa, señaló que era necesaria la unión de todos los panameños para superar la grave crisis económica que nos afecta y que pone en peligro las instituciones democráticas y la paz social a la cual estamos acostumbrados los panameños.
Lamentablemente todos estos esfuerzos, han chocado con las pasiones desbordadas y los radicalismos políticos de quienes no parecen entender, que cuando los pueblos comienzan a perder la esperanza de un futuro mejor, se producen convulsiones sociales que después todos lamentan.
Algunos sectores han tomado posiciones radicales, a favor y en contra, sobre designaciones que debe hacer el Ejecutivo, cuando todavía las mismas no se han producido; igualmente me parece infantil que el gobierno responda a las posiciones contrarias, con medidas que tienen claras motivaciones políticas, perjudicando a quienes buscan la relación armónica y fortaleciendo a los que buscan el enfrentamiento.
Si se hace una encuesta, se podrá percibir claramente que a la amplia mayoría de los panameños, no le interesa si los legisladores tienen o no partidas circuitales, quien es o deja de ser Director de una entidad o Magistrado de la Corte Suprema, para la mayoría de los panameños lo prioritario es que las autoridades que ellos eligieron, les garanticen una expectativa de vida mejor para que puedan a través de un empleo digno, llevar el sustento a sus familias. |