El cuerpo sin vida yacía en el piso en una de las vías que conduce al área residencial de Villa Rica, en el corregimiento de Río Abajo, luego que se escucharon algunos disparos, la noche del 3 de noviembre.
Precisamente, a menos de 100 metros del crimen, en una de las residencias del lugar, se realizaba una fiesta en la que había una gran cantidad de personas disfrutando del ritmo del reggae. A pesar de ello, sólo se pudo conocer que el occiso, que no tenía documentos, pudo haber sido asesinado por alguien que abandonó la escena del crimen en un vehículo pick- up, doble cabina, de color blanco.
El hecho de sangre se registró, aproximadamente, a las 9: 00 de la noche. Minutos después, los residentes del lugar le dieron aviso a los efectivos policiales.
CERTEROS DISPAROS
El cuerpo presentaba cuatro orificios de bala: dos en la cabeza, uno en el cuello y otro en el pecho del lado izquierdo.
Nadie lo identificó en el lugar. Lucía un pantalón jeans, el cual le llegaba a las rodillas y unas zapatillas marca Nike. Estaba sin camisa, por lo que se pudo apreciar un tatuaje de forma de dragón en su hombro izquierdo, mientras que en la espalda se apreciaba el rostro de un demonio.
HABLA UN RESIDENTE DEL LUGAR
Crítica estuvo ayer en el lugar de los hechos. Un charco de sangre le daba la bienvenida a todos los que transitaban por el lugar.
En el área del crimen, un morador, que prefirió reserva de su nombre, señaló que pensaron al principio que se trataba de fuegos artificiales.
“Cuando salimos de nuestras casas, ya estaba la Policía con las sirenas encendidas”, comentó la fuente.
“Esta área es, en realidad, tranquila, pero con este crimen está cambiando todo”, agregó.
Por su parte, otros residentes se mostraron nerviosos por nuestra presencia.
Las autoridades presumen que la víctima podría ser residente del corregimiento de Pedregal.
El caso se encuentra en manos del Ministerio Público.