"Al Parlacen van las lacras", afirmó ayer el mandatario Ricardo Martinelli, al ser nuevamente cuestionado sobre la salida del país del organismo regional dentro de 20 días.
Por disposición del Ejecutivo y de la Asamblea Nacional, Panamá dejará de ser miembro del Parlamento Centroamericano (Parlacen), el próximo 25 de noviembre.
Martinelli reiteró que el organismo es inoperante y no aporta nada a los intereses nacionales.
Solo los 11 diputados del PRD y 1 del Partido Popular (PP) están asistiendo a las sesiones del Parlacen.
Panamá tiene 16 años de pertenecer al Parlacen, pero desde 1995 destina la partida de B
1.7 millones anuales para cubrir los gastos administrativos del organismo y el salario de 20 diputados electos indirectamente en los comicios generales cada quinquenio presidencial.
Desde que el ex presidente Ernesto Pérez Balladares envió hace 14 años la primera delegación parlamentaria al foro regional, el Estado ha desembolsado la suma de B/23.8 millones al Parlacen.
La incorporación de Panamá al organismo, con sede en Guatemala, la inició en 1993 el ex presidente Guillermo Endara y la consumó su sucesor Ernesto Pérez Balladares en 1995.
Desde ese momento, cada año se incluye en el presupuesto del Ministerio de la Presidencia la partida de B/1.7 millones que a Panamá le compete destinar al Parlacen.
Al Estado panameño le cuesta cerca de B/93, 500 mensuales mantener la planilla de diputados del Parlacen, a razón de B/4, 250 por cada parlamentario.
El foro se sostiene con un presupuesto anual de aproximadamente B/8.5 millones que son pagados de forma equitativa por cada uno de los países miembros, ellos son: Panamá, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, y Honduras.
Los presidentes y vicepresidentes de los países miembros ingresan de manera directa al organismo regional cuando abandonan el poder.